En Ibiza los biorritmos de los residentes y de los visitantes oscilan dependiendo de las necesidades de cada uno. La isla puede arrástrate a un ritmo frenético de sensaciones que viajan a toda velocidad, o puede mecerte con delicadeza en un estado de tranquilidad y sosiego. Si buscas o necesitas esta segunda opción, uno de los lugares donde se respira paz y tranquilidad es sin duda alguna la Plaza del Parque.  

La Plaça del Parc o Plaza del Parque fue creada en 1946, cuando los ibicencos la denominaban como el amarradero, ya que era el espacio donde los campesinos dejaban su montura y sus carros cuando se acercaban a la ciudad. Con el tiempo la plaza ha sufrido innumerables reformas, pasando de ser un punto marginal en los 70 y 80 hasta convertirse en uno de los puntos más visitados de Ibiza. Su última remodelación tuvo lugar hace muy poco, en 2017 su espacio se amplió, quedando totalmente conectada con la muralla de Dalt Vila.

La Plaza del Parque es el lugar perfecto para pasar un rato charlando con los amigos, para filosofar sobre la vida mientras saboreas un café, o para tomar la primera copa antes de afrontar una noche ibicenca. Repleto de terrazas y restaurantes, es refugio del ambiente bohemio de la isla durante todo el año, ya que la mayoría de sus locales permanecen abiertos durante el invierno. También es destino para los artistas callejeros, que amenizan con su música las veladas de los turistas, así como un espacio para artistas y artesanos en el que mostrar su trabajo.

Bar Reset, Vila Café, Sidrería Poma, Sa Brisa, Taberna de la Plaza del Parque, Manapany Ibiza, Madagascar, Pura vida y el Hostal El Parque son algunos de los locales que encontrarás en esta coqueta plaza donde se respira el verdadero aroma pitiuso.