Para la amplia mayoría de nosotros, lo de los niños con calabazas terroríficas y disfraces molones poco, en España pasa que nos hemos saltado la etapa ‘truco o trato’ y se nos ha ido la mano con las fiestas, los disfraces apretados y la bebida en el ombligo de la amiga de tu novia.

Aquí va una breve guía para poder hacerte el ‘coolturetas’ delante de tus colegas y dártelas de entendido en materia de tradiciones extranjeras, antes de que el cuarto gin-tonic haga efecto en tu organismo.giphy

Aunque a todos nos suene que ‘La noche los muertos’ sea un producto americano, lo cierto es que viene de los antiguos pueblos celtas. Por aquella época se tenía la idea de que la noche del 31, los espíritus salían hacia este, nuestro pecaminoso mundo terrenal, para maldecirnos, apoderarse de nuestros cuerpos y hacer triquiñuelas. (Sí, ¡exacto fiera!, de ahí lo del truco o trato).

Como que te  posea un alma oscura no es el típico plan de un viernes noche, los celtas decoraban sus casas con huesos y las ‘ensuciaban’ para que los muertos pasasen de largo.tumblr_n2e2gxvtlp1tsxieqo1_500

Pasaron muchos años desde la época de nuestro eterno compañero de tele, Vicky el Vikingo, hasta que los católicos se pidiesen el 1 de noviembre para ellos: el día de Todos los Santos (o All Hallows Day), quedándose el 31 de octubre como (All Hallow’s Eve). Y de ahí, ¡magia fonética! ¡Halloween! (Para que nos entendamos tú y yo, una maravillosa analogía con Hodor y ‘hold the door’).