Ibiza y los piratas. Los piratas e Ibiza. No vamos de coña, allá por la Edad Media, en la9498a32da66fb6bfcec788d20a5ffb7c isla había mucho movimiento corsario, pólvora y canciones sobre el ron y las primas atractivas. Para meteros en materia, la relación que ha tenido Ibiza con los piratas es como esa peli de amor en la que hay un tío (que es un cerdo) que le hace cabronadas a la guapa –pero tímida- del instituto. Sí, ya sabéis, que le hace sufrir, le engaña y se va con su mejor amiga la guarra porque es malo maloso. Pero que luego al final, la tímida, pega un cambio BRUTAL, se venga de él y le da a probar de su propia medicina. Pues lo que pasó en Ibiza es prácticamente igual.

Como decía, allá por la Edad Media los villanescos piratas venidos de las tórridas costas africanas tenían ese gustillo de ir a saquear Ibiza. La cosa es que la isla estaba prácticamente desprotegida y los pobres desgraciados que vivían allí no tenían nada con que defenderse excepto cabritillos y ramitas de trigo. Como os imaginaréis, aunque el botín fuese más bien tirando a birria, Ibiza era un caramelito para los piratas, así que iban allí cuando les venía en gana y se llevaban a los autóctonos para traficar de ellos como esclavos. (Hasta aquí la primera parte de la película donde el tío se aprovecha de la muchacha)

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Muchos siglos después, (más concreto en el XVIII), la situación pega un cambio inesperado (sí, hemos llegado al momento en el que la tía se quita las gafas frente al espejo a cámara lenta y comienza a preparar su venganza). Muchos ibicencos, que habían consagrado su vida al mar, dejan las redes y se meten de lleno en el mundo de la piratería. Ibiza se empieza a llenar de hombres con blusas blancas desabrochadas y botas de media caña raídas. Con el beneplácito de los reyes, estos nuevos corsarios cogieron la sartén con el mango y se la devolvieron a aquellos que se la dieron con queso en el medievo hasta esos días. Los temibles piratas ibicencos esclavizaron y protegieron la ciudad a la par que se hacían con tesorillos. ¿Te has fijado en el monumento que hay en los andenes del puerto? ¡Es en recuerdo de los piratas! ¿Lo sabías? ¿Sí? Bueno… había que concluir el post.

Pero lo que no sabíais es que las iglesias tienen esa estructura arquitectónica porque a la vez de hacer de sitio santo, eran un refugio cuando los piratas africanos asomaban por la puerta. Listos, que os creéis muy listos.